El rostro es una de las zonas en las que se notan más los signos de la edad. Sin embargo, hoy en día no es imprescindible pasar por quirófano para disfrutar de un rejuvenecimiento facial. Uno de los tratamientos más demandados al respecto es la radiofrecuencia facial, una técnica segura y no invasiva ideal para tratar la flacidez y las arrugas finas de rostro y cuello.
Esta técnica consiste en aplicar ondas electromagnéticas en cara y cuello para combatir las afecciones específicas y particulares que provoca el envejecimiento en estas zonas. Al basarse en la aplicación de ondas electromagnéticas, aumenta la temperatura de las distintas capas de la piel de forma controlada y produce una potente activación celular, consiguiendo un efecto antiedad visible e inmediato.
Así pues, es un procedimiento sencillo, seguro, no invasivo (no se usan inyecciones ni agujas), indoloro y sin anestesia, que permite remodelar los tejidos y no tiene los efectos adversos de otras intervenciones más agresivas.
La máquina de radiofrecuencia genera una corriente de alta frecuencia que provoca la vibración de las moléculas de agua de la piel y genera un aumento de la temperatura del tejido, que el paciente percibe en forma de calor suave y agradable. Este calentamiento de la piel produce la activación y estimulación de las células, el colágeno profundo de los tejidos se reestructura y se generan nuevas fibras, incrementando la firmeza y la elasticidad de la piel.
Según los objetivos deseados se utilizará un tipo de tecnología y cabezal. El tratamiento no suele causar efectos secundarios importantes, solo un enrojecimiento o inflamación temporales.
El envejecimiento tiene mucho que ver con la disminución de dos elementos clave: el colágeno y la elastina. La radiofrecuencia, al reestructurar el colágeno profundamente y aumentar la circulación sanguínea, produce una mayor elasticidad de los tejidos y una mejora de la estructura cutánea, la firmeza y las arrugas.
La radiofrecuencia facial nos permite aprovechar todos estos beneficios generales para combatir ciertas alteraciones de la cara y el cuello. Sobre todo, resulta muy efectiva para mejorar la flacidez leve o moderada; de hecho, en Hollywood esta técnica se conoce como “minilifting” por su efecto tensor. En este sentido, resulta ideal para:
- Redefinir el óvalo facial
- Tensar la piel de la frente y de debajo de los ojos
- Combatir la flacidez del cuello y la papada
- Reafirmar los pómulos
Además, al regenerar la piel en profundidad, la radiofrecuencia puede usarse con éxito para:
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